Cuentos sobre la historia de los procesos judiciales

—Mi señor Norfolk tiene instrucciones del rey. —Su propósito es aplastar las objeciones y lo consigue—. La decisión queda a voluntad del rey y además, nadie puede decirme lo que se puede hacer y lo que no, nunca hemos juzgado antes a una reina. —Vamos decidiendo sobre la marcha —dice amistosamente el Lord Canciller.
Una reina en el estrado. Hilary Mantel

