Cómo escribir ficción con series elementales y series complejas

Primero. Esto es un ensayo de chorrada. Ni siquiera es una chorrada en forma. Segundo…no hay segundo más que la repetición de una cita:
“Una narración consiste en un acto del lenguaje por el que una sucesión de acontecimientos con interés humano se integra en la unidad de este mismo acto.” (BREMOND, 1977: 186)
Mieke dice que Bremond dice y esto ya se volvió un juego de teléfono descompuesto porque no creo llegar a Bremond… Si sobrevivo a Mieke. Para Bremond una sucesión de acontecimientos es un proceso. Este proceso tiene tres elementos. Supongo que esto de aquí sale de Platón o Aristóteles o alguno de esos porque es sospechosamente similar a los tres actos del teatro. Nótese que de teatro no sé casi nada. Y en este momento estoy dudando de saber algo.
Estos tres elementos son: un gato, un cuaderno y el trasero del gato sobre mi cuaderno… (Hay un gato negro sobre el cuaderno donde lo apunté). Volvamos a empezar.
Los elementos de un proceso o sucesión de acontecimientos son: la posibilidad, la realización y el resultado.
Por posibilidad entendemos el deseo del protagonista de hacer o no hacer algo. Como pasar un examen. La realización sería la acción que se deriva de dicho deseo y las circunstancias, no estudiar porque el gato se comió la página con las fórmulas. El resultado… Pues sí, lo que sale de hacer o no hacer debido a las circunstancias. De nuevo, sospechosamente igualito a poner en escena un deseo, obstruirlo y si se obtiene o no ese deseo. ¿Por qué algunas personas se complican la vida? A estas alturas el texto narrativo comienza a convertirse en “The Matrix”…
A este proceso, Bremond lo llama “serie elemental”. Otros menos ambiciosos lo llaman “escena”. Cuando una serie de procesos (serie elemental) se encadena uno tras otro, eso es una serie compleja.
Y aquí está lo interesante. Cuando el resultado del proceso 1 se convierte en la posibilidad del proceso 2… tenemos una serie intercalada. ¡La manga! Lo que tenemos es una narración. Para que la narración ocurra tiene que haber una serie de procesos que tengan conexión unos con otros. LA FAMOSA CAUSALIDAD. Este evento provoca el de más allá.
Otro acontecimiento interesante es que un encabezamiento (la posibilidad o deseo del protagonista) puede ocultar a plena vista un eslabón o relación entre procesos. Que el gato se coma la página ocasiona que ella repruebe el curso y entonces conozca a Sabrina. Y Sabrina está bien comible. Voilá, tenemos no sólo CAUSALIDAD sino también CASUALIDAD.
Por supuesto que para que haya casualidad, no puede haber una relación directa y visible entre ambos procesos. Hay que ocultar la procedencia de aquello que causa la serie de procesos. Ah, ya no sé ni de que hablo.
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