Cómo escribir ficción

Como usar el texto espejo como indicación para el actor

woman dancing beside the window
Photo by Anastasia Shuraeva on Pexels.com



Si el texto espejo o mise en abyme se puede usar como recurso de prospección/retrospección con el lector, también se puede usar como recurso de montaje para ayudar a un personaje en problemas o, de dobles sentidos para un disfrute de varios niveles de lectura…

Sí, lo mismo de siempre. Este texto me obliga a pensar un montón. ¿Qué tipo de dobles sentidos? ¿Qué es en realidad la ficción? ¿Cómo puede hablarse de literario dentro de la ficción literaria?

CONCIENCIA DE LA DUPLICIDAD

El uso del texto espejo requiere de conocimiento previo. Ya sea por parte del lector (para apreciar que la literatura es una experiencia de doble sentido) o del actor (para reconocer este desdoblamiento literatura-ficcionalidad realidad-ficticia que requiere hacerle caso al texto espejo para resolver el conflicto de forma exitosa), la forma del texto no solo es la de un reflejo sino también una especie de guía de uso.

Mieke Bal menciona La caída de la casa Usher como el texto donde el personaje que narra se da cuenta del «desdoblamiento» universo texto-situación. La «caída» y la «casa» lo alertan a huir antes de que esta premonición tenga lugar; salvándose de la literalidad de la Caída de la casa y siendo capaz de contarnos lo que sucedió mientras que el último heredero  Usher perece.

EL TITULO ES EL DOBLE SENTIDO

En ocasiones, es el título lo que juega con la duplicidad y no es sólo una advertencia al lector, sino también a los actores al evocar el texto espejo (como en el caso de La caída de la casa Usher). Por supuesto que este juego de copiar lo que se hace; puede consistir en una trama traída desde un cuento original totalmente distinto a un cuento (Igualmente original) que funciona con las mismas premisas que las del primero pero con ciertas modificaciones…. Y eso suena a un lío de madre y señora mía que espero poder explicar.

En The Amazing Maurice and his Educated Rodents (… no creo que tenga el mismo título en Argentina que el que tiene en México), Terry Prattchet  hace uso y un poco de abuso[1] del texto espejo. Desde el principio, en cuanto el gato Mauricio y la ratita Melocotones aparecen en escena; ya sabemos que hay gato encerrado, plagas fraudulentas de roedores y encima, flautistas incluidos (uno nada más). O lo que es igual, hay no uno sino DOS textos espejo metidos ahí: el flautista de Hamelin y el gato con botas (que en este caso no usa botas pero igual habla y lleva al chico a convertirse en prospecto de alcalde de la ciudad en vez de convertirse en marqués de Carabas y si eso no es un texto espejo entonces no sé qué demonios lo sea).

Conforme avanza el relato, podría decirse que hay hasta un tercer texto espejo porque Malicia (la princesa no es princesa, es hija del alcalde) es nieta de las hermanas Grimosa… Y dice que todo en la vida tiene paralelos con los cuentos pero eso no incluye un tercer cuento en específico, por lo que limito el numero de textos espejos en esta novela a dos.


Lo que convierte el título de la novela en un referente a los dichosos arquetipos y motivos del folclore y la literatura.

EL TEXTO ESPEJO ES UN TEXTO ORIGINAL IGUALITO PERO DIFERENTE

Prattchet aplica en este rubro también. Al fin y al cabo, fue capaz de meter no solo un cuento sino dos en una sola novela y ese no es ni de lejos el comienzo de todo. En Witches abroad[2], se las arregla para despedazar la transformación de los ratoncitos en cocheros y sirvientes (siguiendo más bien la gráfica de la película de cierta casa de animación) con la transformación de Greebo en un hombre sexualmente atractivo. De hecho hay varias mini tramas espejo (La princesa rana, Caperucita Roja, El Gato con Botas, La bella durmiente, y el El maravilloso mago de Oz), pero esas menciones no pertenecen al flujo de la trama principal sino que son inclusiones. Mientras que la trama principal está prácticamente la de la Cenicienta.

Además de Prattchet, Andrea Camilleri gustaba de involucrar o de usar textos espejo para la resolución de los casos del comisario Montalbano como en El olor de la noche, que mencione desde la entrada anterior. Este título no es el único, hay por lo menos uno más dónde se menciona una novela de Simenon[3]. El asunto es que el comisario Montalbano debe recordar con que novela o cuento está relacionado el caso por resolver para poderlo concluir de forma satisfactoria.

Y así es como se usa la duplicidad del texto espejo para montar un mise en abyme que resuelva el conflicto. Se usa como directriz de eventos, no así de reacciones. Las reacciones deberán diferir del texto espejo en tanto que los actores son conscientes de la duplicidad del texto y sus semejanzas con la realidad en la que ellos «viven».


[1] No a todo el mundo le gusta este tipo de duplicidades.

[2] Brujas de viaje.

[3][3] No… para saber en cual novela voy a tener que leer todos los títulos disponibles porque no recuerdo y tampoco sé que novela de Simenon es porque yo solo he leído a Maigret… Se aceptan anotaciones a pie de página en forma de comentarios.

Deja un comentario