5 tempi o escalas temporales narrativas: desaceleración y pausa
Esta entrada requirió de la participación de mi cronómetro de teléfono. Aunque, a decir verdad, los resultados están un poco sujetos a aproximaciones. Porque es imposible poner el cronómetro a correr al mismo tiempo que uno abre las notas en el mismo teléfono (tiempo sobrepuesto de acción). O ponerlo a correr al mismo tiempo que se toma una pluma y se le quita la tapa; y todo con el mismo par de manos… Necesitaría yo una cola prensil o ser Calamardo. No. Todavía no me han crecido el par de manos extras.
De acuerdo, estoy intentando desacelerar el ritmo de esta entrada para llegar al tema de los tempi y comenzar con la:
DESACELERACIÓN
Expresada de forma matemática, este tempi es :
TF<TH
Y es un asunto complejo. Es complejo porque debido a la linealidad, la sincronicidad entre el TF y el TH, es prácticamente imposible en la narrativa escrita.
¿Eh?
Es que si yo escribo «Desenroscó la tapa de la pluma«; escribir la oración me toma entre 16 y 24 segundos. Pero si yo desenrosco de verdad la tapa de una pluma (no tengo pluma fuente así que fue un plumón de esos de punta de fieltro estilo Stabilo); eso me toma… ¡menos de 2 segundos! Mientras que leerlo me lleva 2 segundos y medio más o menos[1].
Con lo que se demuestra que, incluso con una descripción puntual, es imposible que el tiempo de fábula avance con el mismo discurrir cronológico que el tiempo de historia por razones técnicas de discrepancia entre el lenguaje y la realidad.
La presentación de los acontecimientos de forma ralentizada, es una técnica que presupone alargar unos cuantos segundos, a una extensión que abarca más de una página. Mieke Bal menciona un libro que no he leído para demostrar el caso. Tendré que saltarme el ejemplo porque no recuerdo ninguno que si haya leído yo…
Y si pretendemos describir algo hasta el punto de mover una historia con un ritmo más lento durante mucho rato, corremos el riesgo de aburrir…
La teoría de la ralentización es lo suficientemente engañosa como para hacernos creer en un principio que la desaceleración es posible de forma puntual en las películas. Este medio dónde el tiempo de fábula y el tiempo de historia corren bastante a la par porque es imposible que las acciones se alarguen o se acorten a un tiempo distinto del que toma realmente llevarlas a cabo. (Favor de no confundir con el tiempo de realización o creación que incluye filmar y editar y la razón por la cual un segundo de película en realidad toma mucho más tiempo de producción). Digamos que lo primero que viene a la mente es…
EL BULLET TIME
«En los momentos de gran suspense, la desaceleración puede operar a modo de lupa.»
Teoría de la narrativa. Una introducción a la narratología. Mieke Bal.
La invención del bullet time creó está especie de lupa de aumento sobre las acciones particulares de una escena. El bullet time «amplia» o detalla lo que sucede dentro de un tiempo «ralentizado»… Sin embargo, no tiene ningún tipo de desaceleración narrativa. Al contrario, está lleno de acción; que corre con un ritmo un tanto extraño, que de ninguna forma se puede encasillar como alguno de los 5 tempi narratológicos.
No se trata de elipsis puesto que muestra una escena. No es ningún resumen porque no reduce la acción a algo trivial. De modo estricto no es una escena porque transcurre en un tiempo cronológico diferente del discurrir del tiempo normal del Tiempo de Historia (¿una burbuja narrativa?), con lo que no hay correlación entre el tiempo de fábula y el tiempo de historia. Tampoco puede ser desaceleración porque en lugar de ralentizar un segundo y alargarlo hasta llenar un espacio mayor de tiempo (el tiempo no es el espacio, ni el espacio el tiempo pero ¿tiene sentido?); esquivar las balas y dar patadas sucede en el tiempo que realmente toma dar patadas.
Y de ningún modo, es una pausa.
PAUSA
Además del botón ese que nos permite ir al baño o poner en el microondas la segunda tanda de palomitas sin que nos perdamos el desarrollo de la fábula en el reproductor… Es un tempi algo raro. En él, la fábula se congela. No hay acción de ningún tipo. Más bien una especie de momento descriptivo de algún elemento «escénico». Por eso el nombre.
Y sí, se parece a la desaceleración. La diferencia es que la desaceleración se hace a propósito para que el lector note que el tiempo «va más despacito». Mientras que la pausa está creada con el fin de que NO SE NOTE que hay una interrupción.
El truco para que la costura de la pausa con el «tejido» de la trama, es que forme parte del punto de vista en primera persona de algún personaje. De este modo, la descripción del campo de girasoles deja de ser una larga elucubración, para convertirse en una escena. Cuando es un personaje quien lo describe, se percibe como parte del paso del tiempo en el tiempo «vivido por el personaje».
Las pausas convertidas en escenas, le dan un respiro al lector antes de embarcarse en la siguiente tanda de eventos activos.
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Pasto kalo.
[1] Me tardé un poco en darle al botón de stop cuando termine de leer en voz alta. ¿Cómo es que para estos asuntos si que puedo ponerme científica? Yo, que soy más perezosa que un perezoso.