Cómo escribir ficción

Cómo escribir ficción con subfábulas

fox standing on snow covered ground
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Sí, el sábado pasado sucedió algo. Me alcanzó la procrastinación. Toda la semana anterior había estado subiendo entradas el día anterior a su aparición, como muy tarde, debido a asuntos climáticos. Pero era sorprendente verme traduciendo para el miércoles ya en sábado y leyendo sobre narratología ya en miércoles…. Cuando suelo dejar todo a la última hora. Así que la semana anterior a la anterior, todo iba como la seda… Hasta que esa semana anterior me dio por hacerme quack (pato). Y quedarme leyendo webtoon hasta horas muy tempranas del día. Pues el viernes… no pudo importarme menos que meterme en mi camita y dormir. Afortunadamente, como estuve de hormiguita anteriormente, había con que suplir la entrada del día.  Me disculpo por dejar que la procrastinación calara.

Vale. Y eso sonó tan español que no me lo creo. Más bien debería decir algo como que esto no está chido. Y me desacredito como experta en cualquier cosa. Y es que hubo un párrafo… o dos. Lo confieso, no los conté, que no entendí lo más mínimo. Lo maravilloso es que no voy a escribir más del asunto porque lo interesante de la lectura de esta semana son las subfábulas.

Todo comienza con que Mieke Bal de pronto se preocupa porque describir las relaciones entre distintos tipos de fenómenos, causa un desequilibrio numérico entre actores y actantes[1]. Lo que no debería de ser raro porque si los actantes son las clases de actores que comparten una cualidad o característica; entonces, por lógica, habrá personajes (actores) que comparten o caen dentro de más de una clase. Después de todo, se pueden clasificar según el interés del que analiza de modo gramatical…

Número de actores por orientación de la fábula

Lo interesante aquí es ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA EXISTENCIA DE UN DESEQUILIBRIO NUMÉRICO ENTRE ACTANTES Y ACTORES?

Mieke establece el número de actores presentes en la fábula en una relación proporcional a su orientación al exterior o interior del [personaje principal[2]] como determinantes para el número de actores presentes en la fábula.

A mayor orientación de la fábula hacia el mundo exterior [del personaje]; mayor es el número de actantes en la fábula. Y mientras más subjetivo se vuelve el mundo de la trama, menor es el número de actores…

Lo que resulta bastante sorprendente porque La metamorfosis de Kakfa, está toda escrita alrededor del interior de la mente de Gregorio y, por ende, no tiene más que un actor (sí recuerdo la historia).  En contraposición, Lucky Live de Nöstlinger, tiene muchos personajes a pesar de su extensión, ya que es una historia sobre cómo afecta el exterior visible a las acciones de un chico de preparatoria que desea cambiar de “fuera” hacia “dentro”.

El antisujeto y el sujeto autónomo

Dentro de la fábula existe el sujeto o personaje principal, quién desea algo (llamado objeto del deseo) y los oponentes. Los oponentes se dedican a impedir que el sujeto logre su deseo, metiéndole la pata en algún momento de la trama…

¿Qué sucede si de repente aparece algún actor con una búsqueda independiente y propia de su deseo que entra en conflicto con la búsqueda del personaje principal?

Pues que ese es un antisujeto… Y algunos antisujetos, tienen su propia búsqueda y esa búsqueda no entra en conflicto de modo alguno con el deseo del personaje principal. A ese lo conocemos como sujeto autónomo. Si Pedro desea comerse un dragón y ya no quedan dragones mientras el príncipe Felipondio desea casarse con la ratoncita Juana secuestrada en el castillo del último dragón; Pedro pasa a ser un antisujeto. En cambio, si Pedro desea comerse el dragón y los dragones no tienen nada que ver ni con Felipondio ni con Juana, entonces Pedro es un sujeti autónomo.   

Los sujetos autónomos y también los antisujetos pueden meterse en la trama principal y cambiar un poquito la balanza a favor o en contra de la búsqueda del primer sujeto (personaje principal). Ya sea por subordinación al deseo del personaje principal o sin subordinación; creando la subfábula.

Subfábula

Es de esta manera, que los narratólogos han descubierto la trama secundaria. Los antisujetos o sujetos autónomos que llevan una parte de la trama sin aparente conexión con la trama principal corren su propia idea de cómo debe seguir una historia o fábula en lo que tú y yo llamaríamos trama secundaria o terciaria normalmente. Mieke observa que el uso de subfábulas puede contribuir a tornar más entretenida una fábula.

Concluyendo, si introducimos personajes cuyo deseo sea distinto del deseo del protagonista; podemos introducir a un personaje que afecte la trama, ayudando u oponiéndose al protagonista. Lo que resulta más entretenido aún que una fábula simple. 

Lo que Mieke no nota es la conexión que debe existir entre el sujeto autónomo y la búsqueda del objeto de deseo del sujeto principal. Sin dicha conexión, la fábula se cae a pedazos pues pierde su coherencia. Esta conexión o concepto de la conexión entre la fábula y la subfábula, Robert McKee la llama “idea controladora”. Yo la llamo “eje temático”.

Una serie de televisión donde se puede apreciar fácilmente esto del eje temático es en The good doctor. Todos los episodios… casi todos, se basan en dos casos médicos que llegan al hospital Saint Bounaventure sin conexión aparente hasta que el desarrollo de la trama nos hace ver el eje temático o idea controladora que sirve como pegamento entre ambas historias. Además de que todo pasa en el mismo hospital. Obvi… ¿Lo topas[3]?

Pues topa el like, comenta y suscríbete. O no. Al fin la subfábula aquí, es que aún no tengo muchos comentarios y eso podría usarse como ambientación para un fallo épico. Fallar no es algo raro. Sucede.


[1] Esta es la parte que no entendí.

[2] En este caso el uso de los corchetes, como en las tablillas cuneiformes, denota un concepto que no está pero sustituyo con lo que creo que debe ir allí, en comparación y asimilación de lo que he estado leyendo hasta ahora.

[3] Mis primos de 18 a 21 años hablan así.

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