Cómo escribir ficción (con 25 consejos para creadores de videojuegos). Faron woods

¿Videojuego? Agrega un resoplido por la nariz. ¿Esas porquerías sin ningún valor literario? …Ya escucho al crítico que prefiere denigrar algo antes de admitir que su teléfono inteligente tiene por lo menos un solitario o un mahjong escondido[1]. O que no puede admitir que su corazoncito echa vivas al Liverpool o al Man C.. ¿Las Chivas del Guadalajara?
Y es que, los videojuegos también necesitan escritores. Buenos escritores. Por supuesto que difícilmente tendrán tramas tan complicadas como La metamorfosis de Kakfa porque eso es definitivamente in-jugable. O tal vez sí, no quiero decir que no soy lo suficientemente buena escribiendo, pero tengo que reconocer que no sería capaz de convertir eso en un Halo o Final Fantasy.
Por eso es que podemos aprender de los desarrolladores de videojuegos. Intentarlo, al menos. Por supuesto, puedes echarle el vistazo directamente al vídeo en inglés aquí.. Con lo que te habrás ahorrado mi amable re-conversión al caso “escritura de ficción” y no te sentirás presionado para darle like a esta entrada. Pero… sé que estás aquí porque te encanta mi ironía y sabiduría pluri-cultural.
Entonces, comenzamos con 3 corazones y 100 HP rumbo a los 25 consejos (en grupos de 5).
- Prototipea o haz prototipos: aquí creo que mejor no digo ni mooo (más bien meow)… OK. No se puede hacer prototipo de una historia del mismo modo que se puede hacer prototipo de un videojuego… (Obvio). Podemos conseguirnos un colega escritor y hacer lo que hacen los franceses. Discutir la trama de nuestro próximo proyecto. Culturalmente, los americanos no suelen hacerlo y los otros americanos hispanohablantes parece que… tampoco. pero en la vida hay opciones. Si la retroalimentación de nuestro colega no activa inmediatamente ninguna alerta de plagio o silencio incómodo; quiere decir que si no es genial puede mejorarse. Puede que sea tan buena que contagies los detalles. Así que asegúrate primero que puedes confiar en tu colega.
- Encuentra inspiración en la vida real: Todos tenemos hobbies. Las personas normales allá afuera, los tienen. ¿Estúpido? Mamá Durrell cuenta puntos mientras discute con Larry. Cualquiera que haya tejido algo, se identificará con mamá Durrell perdiendo la cuenta. “Tori” Spring bloguea y su hermano Charles tiene una cuenta de Tmblr. Los pequeños efectos de nuestra vida cotidiana le dan interés al mundo fantástico. Creo que algunos de mis personajes necesitan un hobby. Algunas cosas salen de tenerlos.
- Una historia es como un matrimonio: Voy a tener que confiar en Dan-chan porque yo soy una soltera codiciable (lo de codiciables solo a veces) sin ningún asomo de relación romántica entre dientes. Lo que sí sé, es que la historia que vas a contar tiene que ser algo que valga tanto la pena que no puedas dejarla ahí botada en medio de una discusión con tus personajes. Así que amala o déjala pero no hagas las cosas a medias desde el principio.
- Escribir va a tomarte el doble de tiempo del que calculas: aquí mi objeción sería que, cuando los personajes no quieren….toma incluso más tiempo. El consejo es: planea hacerlo en la mitad de tiempo; así podrás planear mejor tus tiempos de entrega y organizarte en caso de que necesites tomarte un descanso.
- Consigue retroalimentación tan pronto como sea humanamente posible: este es un consejo de marketing. Y el marketing se rige con datos. Es imposible obtener datos sin testeo. Y los lectores son cada vez más dueños del proceso de creación de lo que a mí me gusta… por lo que tienes que tener planeada una estrategia a largo plazo y bien asentados tus objetivos. ¿Quieres vender mucho o vender en un nicho específico? El primero exige ampliar el número de lectores mientras que el segundo te pide aumentar la participación o tiempo de lectura de tu audiencia. Ergo, necesitas lectores beta. Yo todavía no sé mucho sobre lectores beta (soy un escritor en progreso). Sin embargo, en este otro link de aquí, nos podemos ir enterando.
[1] En mi caso Darkness and flames, Manor matters, cosas de acertijos. Mi atención al detalle… es pésima.

