Cómo escribir ficción

Cómo escribir ficción reflexionando sobre la Guerra: una traducción de la conferencia La marca de Caín por Margaret MacMillan. Tiro de gracia

silhouette of soldiers walking
Photo by Pixabay on Pexels.com

LA MARCA DE CAÍN: HUMANIDAD Y GUERRA Sesión de preguntas y respuestas p2

ANITA ANAND: pregunta por aquí. Sí.

EDWARD STRINGER: Edward Stringer de la Fuerza Aérea. ¿Cómo crees que las armas nucleares han alterado los cálculos que mencionaste sobre cómo decidimos ir a la guerra?

MARGARET MACMILLAN: Bueno me gustaría pensar —y es una buena pregunta —lo que frecuentemente se pensaba en la Guerra Fría —que la armas nucleares proveían de estabilidad. Que la destrucción total asegurada con ese magnífico acrónimo MAD, de hecho refrenaba a cada lado de atacarse mutuamente. Así que las armas nucleares trajeran la paz y eran este tipo extraordinario de arma diseñado para no ser usada o eso parecía ser así durante la Guerra Fría. Lo que me preocupa sobre cualquier arma en general es que, tarde o temprano, alguien querrá usarla y pensará en formas de usarla. Y una de las cosas que debería preocuparnos es la proliferación de las armas nucleares y no sólo de las grandes. También de las cabezas nucleares pequeñas, por ejemplo, y antes que después alguien va a decir que se pueden usar. Saben que pasó lo mismo con el gas mortífero antes de la Primera Guerra Mundial Se prohibió en una de las convenciones de la Haya, creo. La gente dijo que nunca se usaría, es espantoso, pero una vez en situación de guerra; dirás que tenemos que usarlo todo, tenemos que echarle de todo. Tarde o temprano alguien lo verá como algo que puede usarse

ANITA ANAND: Quiere decir que desde —y esta es una pregunta para los dos realmente — quiero decir que ya que ambos están hablando de armas nucleares — esto es, que saben la magnitud de la destrucción —pero la tecnología de la guerra se vuelve más y más sofisticada. Se está volviendo más y más pequeña. —Quiero decir, que eso es lo enorme — pero ahora tenemos guerras de drones. Personas desarrollando robots para la guerra. Ya o existe la conexión entre la guerra y el conquistado.  ¿No es esa una presión mayor que la de presionar el botón rojo?

MARGARET MACMILLAN: Bueno, creo que desde hace tiempo ya existe la guerra a distancia —quiero decir que la mayoría de los soldados de la Primera Guerra Mundial murieron por el uso de artillería, no cara a cara por el uso de bayonetas —pero creo que ahora estamos llegando a dos tipos de guerra que parecen no tener mucha conexión….Quiero decir que la gente que murió en Ruanda fue asesinada con machetes y azadas en las terribles matanzas que pasaron allí. Y tienes razón, tenemos armas mucho más avanzadas técnicamente hablando. Quiero decir que si desean tener una tarde de verdadera pesadilla, vayan a casa y vean..hay un vídeo de YouTube sobre un robot asesino con el tamaño de un chícharo que va alrededor de uno sacándonos de circulación en dos segundos.  Y el hecho de que los drones y asumo que los robots asesinos puedan ser manipulados desde Texas, ya sabes, para matar a alguien en el otro extremo del mundo. Creo que estamos perdiendo la apreciación que los soldados tienden a tener —tal vez los marineros menos pero que los soldados siempre han tenido —que si matas a alguien es bastante desagradable. Sabes, incluso en la Primera Guerra Mundial, si no mataban de hecho a la mayor parte del enemigo a bayonetazos o disparando a quemarropa, veían los efectos de la artillería en el cuerpo humano. Y creo que más gente está matando a otros sin ver los efectos de ello.

ANITA ANAND:  Bueno, veamos lo que nuestro amigo de la Fuerza Aérea tiene que comentar.

EDWARD SPRINGER: Puedo ver el argmento, pero diría que, lidiando con muchos de nuestros pilotos de drones, que se ven emocionalmente afectados. Y creo que es muy fácil decir que se trata de un videojuego. Ve y habla con los que lo han estado haciendo durante años y tenemos que manejar activamente el estrés de vernos envueltos en tal tipo de conflicto.

MARGARET MACMILLAN: (por encima) Okey, sí.

EDWARD STRINGER: Así que no creo que las personas se vean…removidas de todo. I podría decir que si miras la historia de las tácticas y las armas, cualquier cosa que pone un poco de distancia, se ha visto relegado como algo poco caballeroso, ya sea un submarino o un arco.

MARGARET MACMILLAN: Sí

EDWARD STRINGER: Creo que lo que me preocupa de verdad, es el precio de entrada. Y conectándolo con el comentario de Robert sobre las guerras de información conectadas con lo cibernético, se va está volviendo muy barato y más fácil de negar la participación del estado, y creo que esas son dos tendencias muy desestabilizadoras por las que hay que preocuparse.

ANITA ANAND: Tenemos tiempo para otra pregunta. La joven por allá, por favor.

MARGOT DAHINDEN: Mi nombre es Margot Dahinden. Soy estudiante de antropología en la Universidad de California. Mi pregunta es muy simple: ¿qué piensas del poder o la importancia de la deshumanización como algo que pueda exacerbar o comenzar una guerra?

MARGARET MACMILLAN: Creo que la deshumanización es absolutamente crítica acerca de como las personas se comportan en la guerra y frecuentemente nos lleva a la guerra. Quiero decir que una de las cosas que fueron más llamativas del periodo anterior a 1939 fue como la Alemania nazi usó palabras como “gusanos” y “desechos” y “virus” para deshumanizar a sus oponentes. Sabes que una vez que comienzas a catalogar a tus oponentes como algo menos humanos que tú mismo o hablas de ellos como de una enfermedad del cuerpo político; entonces estás haciendo un buen trabajo al deshacerte de ellos, cuando los eliminas, cuando los exterminas.

Quiero decir que regresando a lo que hablábamos sobre la propaganda antes, usamos la propaganda[1] para representar a aquellos que son nuestros vecinos. De pronto, ya no son tus vecinos —ya no son como tú, son tus enemigos — y los conviertes en algo menos que humanos[2].  Y esta sucedió, y no únicamente en el siglo XX. Ha pasado otras veces también. Y probablemente facilita matar seres humanos porque no sientes que estés matando a alguien que se parece a ti. Estás matando algo que es extraño, estás deshaciéndote del mal político al deshacerte de esta persona. Y creo que el uso de tal lenguahe es muy tremendamente poderoso para preparar a las personas a hacerse cosas terrible. Creo, que es muy, muy poderoso.

ANITA ANAND: Desafortunadamente este es todo el tiempo que tenemos. La próxima vez estaremos en York, al norte de Inglaterra, cerca de la batalla más sangrienta librada en tierras inglesas y consideraremos el rol del guerrero.

Si desean saber más, vayan a la página web de radio 4 y busquen las páginas Reith.  Tenemos un archivo, tenemos filme, tenemos fotos; te mimamos. Pero hasta entonces, mi agradecimiento a ustedes, la audiencia. Y por favor únanse a mí en agradecerle a nuestra conferencista del 2018: Margaret MacMillan.  

APLAUSOS.


[1] Aquí está la relación entre escribir ficción y la guerra. El escritor nunca esté exento de sus propias opiniones políticas porque las lleva consigo en primero lugar y en segundo; toda posición política dictada por los valores de la empresa para la que se trabaja (en el caso del copywriting) dan lugar a que el escritor instruye y/o caracteriza a través de su punto de vista a los amigos de los enemigos. El escritor no es un individuo flotando en el limbo. Por desgracia.

[2] Para el caso de las elecciones, otra de las maniobras a usarse es convertir al enemigo en “neoliberalismo salvaje”. Lo que transforma a los candidatos contrarios en bestias babeantes y hambrientas de poder…. Para que vean donde entra el escritor a crear los cuentos de hadas. Escribir ficción no es un asunto solo del escritor, también del que lee.

A %d blogueros les gusta esto: