Cómo escribir ficción…juzgando tus micro motivos

Esta entrada es un extracto traducido…y parafraseado de algo que me encontré en las conferencias TED, en la sección de ideas, me llamó la atención porque usualmente los escritores necesitamos quien lea…en una palabra, público…
Lo que requiere un poquito de fama, algo de falta de privacidad y hoy día, enfrentarte al hecho de qué tu opinión ya no es tuya realmente; ya sea por miedo a la cancelación o porque el fenómeno del contenido on demand, nos hacen depender de los deseos de la tribu a la que le vendemos[1] antes que de aquello que sabemos es importante para conseguir crear buena ficción. Como por ejemplo, evitar los momentos donde no pasa nada y todos son felices. Además, hay tantos tipos de escritor y tantas razones para escribir que podemos llegar a confundir aquello que creemos querer con lo que realmente nos gusta hacer. Lo que al fin y al cabo se puede arreglar identificando lo que juzgamos loable y lo que juzgamos odioso. Y ya que todos somos distintos, no tenemos porque querer la vida de alguien más.
¿Qué es un micro motivo?
“Descubrir tus micro motivos —esa colección de cosas súper especializadas que hacen cantar a tu corazón —es clave para encontrar la realización y el éxito en el trabajo”
Todd Rose y Ogi Ogas[2].
Ahí está. Un micro motivo es una actividad muy especializada que nos gusta hacer. ¿Y cómo es que los va uno descubriendo? ¿Vas a que te lean el Tarot o a acostarse en el diván con el/la psiquiatra[3]? Según estas dos personas (Todd y Ogi, no el/la psiquiatra y el/la del diván), lo único que tiene uno que hacer es…juzgar a los demás. Esa actividad tan divertida de todos los días…
El objetivo de hacer esta odiosa actividad (al menos desde el punto de vista de meterse en lo que a uno no le importa puesto que los demás viven SU vida) es usar las reacciones instantáneas que tenemos a ciertos estilos de vida para rastrear de donde sale nuestro pensamiento y catalogarlo. En teoría, los micro motivos incluyen sentimientos de traumas profundos (nah, esa soy yo exagerando)….sentimientos muy profundamente arraigados, preferencias sutiles, deseos muy descarados y anhelos privados.
¿Listo? ¿Ya estás mirando a tu colega del trabajo de reojo? ¿Al de al lado en la cola del banco o la fila del súper? ¿Viendo fotos en IG, FB o donde sea que te entrometes en la vida de los demás…perdón ves lo que hacen tus amigos? Bueno, pues presta atención.
Date cuenta cuando estás juzgando a alguien. Al parecer es la naturaleza humana reaccionar a otros[4] así que el caso es descubrir cuando para hacerlo de modo consciente. Ya sea que mires al policía gordo de la esquina[5], la estilista de cabello rubio platinado con raíces negras, el ejecutivo de banco con cara de fuchi, la cajera del súper mercado con chamarra extra pachoncita, y/o la secretaria bajita con tacones de catorce centímetros; pon atención al momento en que emites cualquier juicio.
Si tu reacción a la persona es tan vívida que casi escuchas la vocecita de tu cerebro hablando, estás en la pista de un micro motivo. Sea lo que sea. Crítica, alabanza, condenación, agrado. ¿Qué sentiste? No te hagas el loco y niegues lo que sea que pensaste porque ahora sigue saber por qué lo pensaste. Es muy fácil engañarse uno mismo…Así que hay que enfocarse en lo que sería bueno y malo de tener la vida de ESA persona. Si leyendo las críticas a J.K. Rowling por sus twitters te da por pensar que no te gustaría que tu opinión fuera un asunto de escarnio público; es que la fama no te motiva y te gustaría mantener una vida privada o al menos una donde tus opiniones sean tuyas. Lo que resulta imposible si quieres escribir novelas porque hay que hacer labor de promoción. Sacarse fotos, estrechar manos y firmar autógrafos y cosas así… Tener una red social que otros lean.
Por otro lado, si miras a alguien y lo único que ves, es a un sujeto incapaz de comprarse un coche del año y una botella de Tequila 1800 para cada fiesta…te importa el dinero y la admiración ajena. Y está bien. Para lograr estar en paz con el mundo y sentirse realizado, hay que saber que nos mueve. Al juzgar, revisa que hace que tu mente se encienda. Cuando yo leo a Lizzie Davidson en LinkedIn lo que me gusta es que no piensa en jubilarse. ¿Dónde trabaja uno haciendo algo de lo que nunca te jubilas? Solo en aquello que te hace mover el trasero…o los dedos como estoy haciendo en este momento. Tap, tap, tap…se mueven las piezas del teclado.
La pega del ejercicio es que solemos hacernos trampa. Escuchamos las otras “vocecitas” que nos dicen qué o cómo deberíamos juzgar…como la cantidad en el cheque a final de mes. Así que escucha y sigue escuchando. Puede que te encuentres con que sí, escribir ficción sea lo más maravilloso pero no te agrada tanto la idea de tener que trabajar solo y perderte fiestas…lo que te deja en que escribir ficción solo sea un buen pasatiempo o tal vez puedas decantarte por ser copywriter de esos que usan las técnicas para escribir ficción mientras platican con todo el mundo para armar un mito empresarial. Y tampoco es que no puedan existir micro motivos contradictorios dentro de ti. Los detalles cuentan.
Mientras que los “tests” de personalidad y motivación laborales son…estándares. No pueden explicarte a detalle lo que sea que te mueve. ¿Existen los tests para decirle a uno que debería escribir? Esos no los he visto. Es lo mismo con los tests donde termina uno siendo NTJF o SDGR[6], son divertidos como experimento. Nunca pueden decir lo que la persona realmente es ni lo que realmente la mueve. Son una muestra de comportamiento promedio. Sí, todos somos un poco promedio…hasta que conversamos con el vecino. Entonces dejamos de ser una suma de características dividida entre el número de elementos de la muestra poblacional y nos convertimos en individuos.
Recuerda que este juego es sólo como tener una brújula que te ayude a encontrar el norte de tu escritura, ahora que ya sabes que quieres escribir. Al fin y al cabo se trata de ti. Tú eres la única persona que puede saber si realmente estás siguiendo las huellas de tus micro motivos hasta lo más profundo de la mazmorra en la que se sientan cuando no están en la superficie de tu mente consciente dándole a la lengua.
[1] O nos gustaría venderle.
[2] Así es, el comercial…bueno la referencia. Dark Horse: Achieving Success Through the Pursuit of Fulfillment de Todd Rose and Ogi Ogas. Mención no autorizada y susceptible de desaparecer de la web por razones de copyright. Una publicación de HarperCollins Publishers. Copyright © 2018. Todd Rose and Ogi Ogas.
[3] Eso salió un poco sugerente…
[4] O preguntarse toda la serie de cosas indiscretas con las que armar una historia…
[5] En Costa Rica eso no se ve pero conozco un país en el que sí pasa.
[6] Estoy inventando las siglas.

