La telaraña de las palabras por Jean Aitchinson p2
Pero las palabras no son guijarros separados. Están tejidos en una intrincada red cuyos multiples enlaces permiten a los seres humanos recordar y encontrar tantas rápidamente. A primera vista, las palabras son cómo dos lados de un moneda: de un lado el significado y del otro el sonido. Ambos pueden tomarse por separado. Algunas veces los significados pueden verse asociados al sonido incorrecto.
El príncipe Edward en una entrevista televisiva acerca de su vieja escuela, dijo: «Es difícil usar la pena capital en cualquier institución. Una buena zurra es muy valiosa. Le muestra a las personas que has perdido los estribos.» El príncipe no pretendía decapitar a sus compañeros de clase. Cometió un error verbal, un desliz de la lengua y dijo pena capital en vez de pena corporal[1].
En otras ocasiones las personas saben la palabra que quieren decir pero no recuerdan el sonido, que segurísimo «tienen en la punta de la lengua». Está fuera de su alcance, como un suelo sumergido que flota bajo la superficie de la memoria. El significado de la palabra es el lado de la moneda que la gente piensa primero a pesar de que no puedan explicar las decenas de miles de palabras que usan. Definir las palabras como en el diccionario es una habilidad técnica que solo les lexicógrafos adquieren, como descubrió Blackadder cuando intentó re-escribir el diccionario.
CLIP.
Blackadder: Cierto. Siguiente la «A»- «A-B»[2].
Baldrick: «Abeja»[3]. Bueno, es una cosa que zumba, ¿no?
Blackadder: ¿Que has hecho Baldrick? Baldrick: he hecho la «C» y la «D».
Blackadder: Cierto, escuchemos esa.
Baldrick: una cosa temblenqueante azul donde viven las sirenas. El mar[4].
Blackadder: Sí, pequeño malentendido. Y eso mis expectativas no eran muchas. ¿Qué hay de la «D».
Baldrick: Estoy muy satisfecho con «perro»[5].
Blackadder: Sí y ¿tu definición de perro es?
Baldrick: que no es gato.
Se termina el clip.
El punto de vista de que las palabras tienen un significado fijo y preciso es viejo y data al menos del tiempo de Aristóteles. Aún lo encontramos. Según la novelista Evelyn Waugh, la palabras tienen sentidos o significados básicos inalienables, de los que apartarse resulta ya sea una metáfora consciente o vulgaridad inexcusable.
Tradicionalmente, a la palabra se la mira como a un pastel, con una receta fija dónde se van tachando los ingredientes de la lista —a la que con frecuencia se le llama lista de pendientes con los significados. Pero la idea de la lista funciona…a veces. En su mayor parte para términos técnicos como cuadrado, que es «una figura cerrada plana, de cuatro lados de idéntica longitud y todos sus ángulos internos iguales«.
Funciona también para significados inventados de modo consciente, como en el significado burocrático de vaca. «Una vaca es un animal bovino hembra que ha nacido ternera, o que en la opinión del ministro, ha sido llevada a un rebaño para reemplazar a algo que ha nacido ternera«[6] Sin embargo, en la mayoría de los casos, las fronteras desdibujadas con bordes estilo unión europea —sin visa, son la norma. Los significado de las palabras se estiran como tejidos cuyos bordes son visibles pero cuya forma detallada depende del gordito que se la ponga —varia con el uso.
En palabras de R. G. Collingwood » el significado apropiado de una palabra jamás es algo que esté asentado en piedra. Es tan cambiante como la marea. Eso lo sabemos desde hace tiempo. Hace casi 65 años[1] el filósofo Wittgenstein señaló la existencia del fenómeno «parecido familiar» usando la palabra “juego” como ejemplo.
Como miembros de una familia, cada juego tiene similitudes con algún otro juego: Doña blanca[2] y el tenis involucran actividad física, el tenis y el ajedrez necesitan un ganador, el ajedrez y el solitario se juegan normalmente en interiores, y así se sigue —pero no hay un factor único que los una a todos.
Hace más de 45 años[3], el sociolinguista William Labov atrajo la atención hacia el problema de las fronteras desdibujadas, preguntando el nombre de varios contenedores. No solo las personas no se ponían de acuerdo sobre cuencos, tazas y floreros; también eran veleidosos en días distintos.
Ciertas formas era más claras que otras pero algunas dependían del contenido: algunos recipientes eran cuencos cuando estaban llenos de papas y floreros; cuando tenían flores.
[1] En el original son 40, he añadido la cuenta desde el año de la conferencia para mostrar mejor el tiempo transcurrido.
[2] Ring-a-roses en el original, similar a Doña Blanca o el corro de la patata por ser juegos infantiles que se juegan en rueda y cantados…o se jugaban.
[3] De nuevo aumento a la traducción.
[1] Capital punishment y corporal punishment en el original.
[2] Todos los chistes en esta sección son medianamente intraducibles
[3] A bee por el sonido de la a y la b
[4] Sea que se parece a c
[5] Dog
[6] Me disculparan la expresión pero achis…