Cómo escribir ficción

En el parque Hidalgo, frente a la calle de Revolución

Magníficas decoraciones navideñas que incluyen hadas de verdad junto con armaduras que apenas se saben la letra de Adeste Fidelio, un muelle con una piedra plana y un cangrejo, las Closerie de París y el aeropuerto de Rossy con su horrible café, el río Brandivino de agua cristalina, la cafetería desolada y sin clientes de Yumekui no Kenbun o la Nueva York con contados closets de tamaño suficiente para albergar una colección de Manolo Blanhik.

¿Reconoces cualquiera de estos lugares? ¿Representan momentos íntimos y especiales dentro de tu realidad virtual favorita[1]?

Para Sarah Domet (90 days to your novel), el ambiente de un lugar no solo nos transporta al humor de un personaje sino que también constituye algo más que el decorado de fondo donde sucede la historia, es el lugar a dónde desearíamos ir y conocer a nuestros héroes. ¿Si Rivendel no estuviera rodeado de agua pero de lava volcánica… seguiría siendo hogar de los elusivos elfos? ¿Pueden imaginarse Cavernas de acero en medio de bosques abiertos?

Robert McKee (El guión. Story) va más allá y lo vincula con lo simbólico. La montaña como el lugar donde suceden las revelaciones y los actos milagrosos o el nuevo mito del laberinto en la fábrica de partes mecánicas de Terminator (la uno…). La fealdad realzada de una mente enfermiza y deprimida o la belleza inconcebible del júbilo. Ojo, porque los símbolos pueden ser universales o culturales. Que la princesa Kaguya haya aparecido dentro de un bambú en la montaña no es casual, el bambú es una especie de tesoro divino —fuerte, resistente y ligero; que no se puede encontrar en los mitos griegos (donde encontraremos Laurel tal vez) aunque si la montaña como lugar cercano a los dioses…

En cualquier caso, la elección del lugar tiene relación con que decía Blake Snyder, establecer el tono del relato. ¿Hay flores por doquier? El relato tendrá un final feliz…me parece que está es una magnífica convención que destripar…Elegir el lugar del relato es elegir el lugar del crimen. Al menos el nuestro, porque nuestra chorrada será un crimen contra la convención de aquello que es real y aquello que no lo es. Un juego maravilloso en el que (y a pesar de la realidad) podemos colocar todas los diamantes y zafiros que deseemos sin que éstos pierdan su valor como piedras preciosas —¿alguna vez te has puesto a sumar todas las joyas de un solo cuento de hadas?…las piedras preciosas dejarían de serlo tan solo por su abundancia.

¿Qué tipo de lugar describirías para una historia de tentación? ¿Puede ocurrir la tentación en cualquier parte?


[1] Tal vez sea demasiado de mi parte afirmar que un relato escrito fue la primera realidad virtual sin necesidad de usar simuladores porque ya tenía el mejor simulador de todos.

Deja un comentario