Una tarea especial desde el libro 90 days to your novel de Sarah Domet [semi–traducción con ingrediente secreto Knorr Suiza]

En este ejercicio, haz una lluvia de ideas de tantas memorias tempranas[1] como puedas, escribiéndolas con tanto detalle como sea posible, dedicándoles por lo menos un párrafo a cada uno. Para este ejercicio, no te preocupes de escribirlo en escena o editarte mientras lo escribes. El objetivo es seguir escribiendo tanto como sea posible dentro de un mínimo de dos horas [que según ella te estás dando]. Si es la primera vez que has escrito en un rato, no te sientas obligado a escribir algo perfecto [inclusive si ya escribes profesionalmente, ¿cuál es el punto de angustiarse buscando la perfección? —falta que lo reescribas y el trabajo del editor]
Solo déjate llevar con libertad mientras piensas en cada recuerdo. Te proveo de algunas pistas para que empieces, aunque no deberías sentirte limitado a éstas categorías.
PERSONAS: [el hueso del caldo y la sal[2]] tu maestro favorito o el peor, el cartero, tu primera niñera [mexicanos al grito de «abuela»], tus vecinos, tu primer crush, tu mejor amigo de la infancia, alguien que te metió o te metía en problemas, alguien a quien admirabas a la distancia, alguien que tú pensarás que era atractiva o atractivo, tus abuelos o un pariente lejano, la persona más triste que hayas visto, alguien que conocieras de vista pero con quién nunca hablaste.
LUGARES: [aquí dejo de traducir literalmente y le añado un poco de chile de árbol]; empieza por la casa (hasta el baño sirve… especialmente si el grifo gotea o alguna puerta hace ewwwk), el trabajo, la parada de autobús, la estación del metro, la casa de tu amig@, el consultorio del dentista o la fonda de la esquina. Los salones de clase. Debajo de las sábanas…La puerta de hierro dónde te rehúsas a mirar hacia adentro en la noche —por miedo a ver un rostro encajado entre los barrotes.
OBJETOS: [agrego chile de árbol, no sé si es cultural o que, pero de niño uno no recuerda el abrigo favorito o ¿si?…dejen su comentario]; que llevas en la bolsa del pantalón, tu cartera, tu bolso de mano, tu teléfono (¿podremos hacer un texto publicitario?), tu mejor olla de cocina, el destornillador que jamás usas pero está ahí por si las moscas, tu tazo favorito o tu taza si no conoces los tazos.
EXPERIENCIAS: [este ya es mi ingrediente secreto no tan secreto, caldo de pollo de hule coreano —pueden sacarle la bolsita al ramyon y usar los fideos como sopa normal, que no menciona Sarah Domet como experiencia pero algunas las mete en el rubro de cosas]; primer beso —mito entre los mitos, tu primer sartén quemado, tu primer dedo machucado con el martillo, primera mascota, el apagón de la última semana, la vez que te cayó encima un chaparrón (y no hablo del vecino)…
En sí, el ejercicio tiene que ver con los pequeños detalles que hacen real una narración y que te llevan a imaginar que estás allí aunque sólo deben estar presentes como detalles, pues una narración completa de un día normal es algo que nadie busca en una historia.
Yo recuerdo en particular un detalle minúsculo de uno de los libros de Kurt Wallander (Henning Mankell), no recuerdo exactamente cuál; pero en esa escena estaban haciendo una redada y Wallander extiende un mspa sobre su auto. El viento es tan fuerte que se levantaban las esqui nas de papel del mapa y tuvieron que usar (creo) los vasos desechables para que el mapa no saliera volando. Y con este detalle, ya imaginamos el viento y el papel…el sol tibio en la cara y…son detalles que hacen real nuestro pequeño mundo imaginado. Así que escriban la chorrada que se les ocurra y sean felices resolviendo los problemas que les guste resolver.
[1] No puedo recordar muchas cosas de mi pasado sin ver las fotos, es como si sufriera de amnesia selectiva y de hecho es más sencillo empezar con lo que tienes a la mano
[2] A mi me falla la sal al cocinar…por lo regular me hace falta ponerle más

