Cómo cuidar de los introvertidos en Navidad o lo que es casi lo mismo, escritores en Navidad (y otras ocasiones festivas)
Hoy es una publicación perezosa (por lo corta y porque debí publicarla mucho antes pero…lo de Biden y Trump es chiquito comparado con el problemón en mi mini universo en el que colapsó una estrella de neutrinos y tal vez se acumulen rayos gamma para acabar con él), se trata de la traducción de una publicación en FB de Dian que me pareció muy acertada en cuanto como habérselas con un introvertido[1] en Navidad…si es que hay Navidad este año que empieza. Todo parece indicar que Nostradamus confundió 1999 con el 2021 por la cuestión estética de los seices al revés en lugar de advertir que el 21 es un número de primera[2]…Veamos que tan introvertidos somos
- Regálales libros (solo si es el que pedí)
- Sáltate la plática frívola y vete directo a las batallas mágicas ( o cuenta el chisme jugosito)
- Seguro que terminan huyendo en algún momento (¿Qué me saben?)
- Atráelos de nuevo con antojitos (por desgracia sufro de dislipídemia así que no puedo estar comiendo…a menos que sean frutas o verduras, es en serio)
- Ten una fuente inagotable de tentempiés (frutas y verduras…amo el pan, los dulces y todo lo que engorda…¡diablos!).
Cuando se acaba la comida, los introvertidos se desvanecen…(O se meten bajo la mesa a dormir la mona o…sí, queremos regresar a nuestra casita porque no hay nada como acurrucarnos con nuestro minino)
[1] No es que me sienta identificada con todo pero me divertí leyendo y como el mundo se va a acabar…hay que reírse
[2] O primo.