
Inscríbete a aprender un idioma con Duolingo….en serio. Las frases que utiliza para enseñar idiomas son tan extrañas —si bien demuestran muy bien el punto gramatical sin enseñarte gramática (algo bueno tenía que tener siendo gratis y con anuncios)— que bien pueden servirte como punto de partida para una historia.
Cosas como:
- Nuestro huevo (¿Son dos pajaritos hablando de su próximo retoño?)
- Él bebe alcohol negro (¿Alguno de ustedes ha visto alcohol negro? Porque yo no)
- Ellas tienen un vestido rojo (¿Se lo prestan?)
- Comemos mantequilla (¿En barra y sin pan?)
- Los chicos no son mujeres (…bueno en algunos casos hay que aclararlo…[1])
- No hay montañas en el mar (…¿Y en el fondo?)
Así que, si ya no sabes de qué escribir, está app puede servirte como chispa generadora de un relato con cualquiera de sus frases. No, esto no es un comercial. Aunque probablemente, ya la estás descargando para ver si estoy chiflada, pero vuelvo a aclarar: no es un comercial porque….¿No podría Duo, pagarme por esta ridícula entrada (ojos de gato con botas)?
Sólo se me ocurrió porque cada nueva frase que resulta ridícula en español (en el idioma a aprender no sé…a lo mejor no[2]) me hace pensar un montón de cosas que me distraen…
[1] Más que nada por la identificación de género personal que cada quien asume y que no podemos saber sin previa advertencia que por la obviedad anatómica.
[2] La realidad de cada país, especialmente aquellos que por su lejanía nos resultan completamente desconocidos e ignorados, puede dar sentido a oraciones que parecen no tenerlo en español pero eso ya es demasiada filosofía para mí.