Revisar tu obra de ficción
1. Revisa, revisa, revisa: El sitio dice que revisar significa literalmente volver a ver algo…es más que volverlo a ver. Es el paso más difícil de todos. Puedes descubrir que has escrito una porquería. Y la pregunta es: ¿para quién es esto? ¿Única y exclusivamente para ti o quieres que otros lo lean? Si es para ti, puede quedarse como está. Si es para que otros lo lean…deberá ser claro y deberá ser algo por lo que pagarías por leer. Hazle justicia y asesínalo sí es menester.
¿Saben? A veces al coser una prenda, las cosas no quedan bien y hay que descoser. Y descoser es tedioso, al menos al principio. Después de hacerlo más de veinte veces…simplemente te enfrentas a ello y descoses automáticamente cuando sabes que no está como debe estar. También reconoces el momento en que, de tanto descoser has picado la tela y ya no te sirven las piezas. ¡Hora de cambiar de proyecto o terminarlo tal cual!
2. Experimenta con diferentes técnicas: lo que dice el sitio es similar a descoser…cambiar primera persona por tercera persona, agregar personajes, y esto es algo que me está pasando al momento de escribir esta entrada….es una tortura pero a veces vale la pena: ver películas o leer libros que no terminan de cuajar. Analizar dónde está el error, lo que prácticamente es imposible pero nos ayudará a mirar hacia atrás a nuestras propias porquerías y contrastarlas. ¿Voy demasiado rápido? ¿Es demasiado fácil la resolución? ¿Debería mirarlo desde otro ángulo? ¿Es creíble?[1]
3. Elimina las menudencias: ¿por qué?…si las menudencias de pollo[2] son sabrosas …¡Ah! Los adjetivos y los adverbios…los lentamente, urgentemente…¿es que no ven que estoy esperando ansiosamente que me digan de modo razonablemente amable dónde se pueden usar estas cosas?
La cosa no es no usarlos sino no abusar de ellos y usarlos de modo adecuado. Vean el sitio, trae una respuesta gráfica (no sabía que los escritores fueran diseñadores de la comunicación gráfica) y en serio que es gráfica y no estructural ni textual, a un pequeño problema para mostrar la acción de interrumpir un diálogo.
4. Corta los clichés: Mostrar no contar[3]….aunque en este caso se refiere a usar frases hechas como: “con la paciencia de la araña” “trepar por la escalera de la vida”
Para ilustrarlo el sitio nos pone el siguiente consejo de Antón Chejov:
«No me digas que la luna brilla; muéstrame el brillo de la luz sobre cristales rotos»
Mmm aquí si meto mi cucharota…en su segundo ¿intento? ¿versión? de sus “Memorias”, Isaac Asimov recuerda un consejo que le da un editor; di las cosas tal cual como lo haría Hemingway, sin adornos…di: el sol salió a la mañana siguiente[4].
Para mí un cliché…puede que me equivoque de medio a medio; más que esto, — porque creo que depende de cómo haces tú las cosas si la luna brilla o; es una viuda coqueta escondida tras un velo de nubes —es resolver un problema de la misma forma que otro autor ya lo resolvió. Ejemplo:
“Hana Yori Dango”[5]…en algún momento de la trama, para complicarla, el personaje masculino principal pierde la memoria por un accidente automovilístico y hay un ligero malentendido que un personaje extra trata de aprovechar para su conveniencia [sin que eso rompa con la fe que tiene Tsukushi en Tsubasa].
Esto, lo he visto más de una vez en otros manga (que no recuerdo en este momento). Uno de los dos personajes protagónicos (masculino o femenino, por lo regular, el masculino) pierde la memoria por x, y o z; provocándose un malentendido entre la parejita con la intención de crear otro conflicto más…o el mentado accidente provoca que uno de los dos admita sus sentimientos pues es imposible negarlos una vez que el objeto de afecto es probable que muera…de tal modo que ya casi parece un requisito del género.
5. Revisa en busca de errores de continuidad: coincido, aunque no son tan graves cuando se trata de errores entre libro y libro de la saga, se necesita tener una memoria espantosamente genial para acordarse.
Por otro lado, si hay que estar bien hacha con esto porque después de un rato te das cuenta que ya se te olvidó de repente que el personaje tenía ojos azules y no verdes en el primer capítulo y ya vas por el séptimo y se los estás pintando verdes. Otra razón para hacer bien pero hasta la exageración nuestro estudio de personajes. Para no olvidarse que demonios está haciendo uno.
[1] A punto de flaquear, de caer en polvo con los dientes rotos. No sé si continuar. El camino viste desolación y ya no veo marcha atrás. Sin nubes, me ahogo de resequedad. Sin señales para aguantar otro kilómetro más. Merriam.
[2] Higadito de pollo…yummy..lástima que ya no los venden tan fácilmente en estos lares.
[3] ¿Dónde diablos empieza entonces lo de contar la historia? ¿En el grano en el cu..tis de la luna?
[4] Sin citar porque me llevaría un ratote buscar la cosa tal cual en el libro y me da flojera porque lo esencial…allí está…creo.
[5] Manga de tinte romántico adolescente que resulta iconica, hay incluso varias adaptaciones a live action japonesas y coreanas. Me la presentó Di An y es entretenida sin pretensiones, en caso de necesitar algo ligero y que los haga sonreír o desesperarse con un par disparejo. Es el típico manga que perdura.