Comprender algunos errores básicos de la ficción
Seguimos con esta revisión de sitio web donde todavía no nos dicen cómo escribir ficción y ya nos están dando la lata con los errores básicos. Yo no creo (que no excluye la posibilidad que existan) que haya errores básicos; no puede haber errores básicos allí donde hay tantas formas de expresarse. Lo que creo es que hay, para empezar: inexperiencia, pereza, procrastinación, falta de práctica y falta de amor al trabajo. Uno puede ser incapaz de escribir ficción o de ser un super maestro del diseño, genial ingeniero; pero nunca por falta de talento sino por falta de insistencia.
En fin, que le vamos a hacer. Estamos revisando ese sitio; y el primer reto del juego de la oca es:
1. No empieces demasiado lento: dice que la ficción depende del conflicto y que los novatos todavía no saben establecer un ritmo adecuado para hacer crecer la tensión por lo que deberían empezar “ya”.
El sitio menciona lo que dijo el famoso Kurt Vonnegut pero como yo no lo conozco[1], favor de referirse a la página de Wi…ya saben para desaparecer la ambigüedad. ¿Recuerdan a Mike Nappa? El de las “77 reasons why your book was rejected” Bueno, él dice que un buen libro inicia con una sola buena frase inicial. Chuck Wendig dice que deberíamos empezar desde la primera página…coincide con Mike Nappa, empezar desde el primer párrafo.
Wodehouse en A damsel in distress[2] comenta que el lector moderno no tiene tiempo para que el autor elucubre acerca de esto o lo de más allá y es preciso empezar tan pronto como sea posible. Y esto es una especie de comienzo de los que NO recomiendan pues, no hemos aprendido nada del protagonista o mucho menos, del conflicto. Más, no obstante, sí que lo es. Nos hace preguntarnos ¿de qué diablos viene la cosa? Nos hace anticipar. Esto es el filón, la veta o la pepita de oro. Crear anticipación nos lleva a querer ir a mojarnos al río y cribar lodo.
Por supuesto, un buen comienzo ocurre con la práctica y la investigación. Así que déjense llevar y escriban. Pero cuando les den una crítica, escúchenla. Vuelvan a leer y cambien.
2. Establece pronto lo que está en juego: en otras palabras establece el conflicto tan pronto como sea posible. Una vez más, como si no hubiéramos comprendido el punto no. 1, hay que machacarlo con un zumbido de maracas.
Habla otra vez de un consejo de Mr. Kurt Vonnegut y cómo todos los personajes desean algo y (esto es nuevo) como tienen miedo de no obtenerlo. Hasta ahora ni Robert Mckee ni Sarah Domet ni Wendig ni Ronald. B. Tobías han dicho nada del miedo del personaje a no conseguir su objetivo. Como recordarán, ellos hablan del conflicto como lo que desea el personaje y TODA la serie de cosas que hacemos para evitar que llegue ahí. Los abismos entre lo que desea y las reacciones del mundo exterior…y a esto a es a lo que llaman conflicto.
El conocido sitio menciona que es mejor dejar el juego del fin del mundo y su salvación en manos de elfos y hobbits…lo que se me hace raro pues James Bond, Kim Possible, Ethan Hunt, los Vengadores y Bruce Willis lo hacen o solían hacerlo a cada rato. Se olvida de mencionar lo que dice Mckee acerca de los lugares comunes y/o requisitos de género. Si no se cumple con estas expectativas, el público quedará insatisfecho.
Me gusta más la definición sin miedo, la mayoría de los protagonistas ni siquiera se paran a pensar en lo que desean realmente. Estos protagonistas son, por mucho, los que se llevan las palmas. Claro, suelo equivocarme.
3. Evita el diálogo lleno de exposición: el diálogo tiene que ser natural: Mmmmm en la vida real—esto lo encontramos en el sitio más adelante, mucho más adelante—usamos, este… frasecitas pero…no, …digo. Es decir el diálogo no es fluido. A veces nos interrumpen o interrumpimos (a veces por grosería, otras porque la emoción nos gana). No todo el mundo espera su turno —especialmente en una discusión. Por principio el diálogo en un libro no es natural. Si lo fuera, nos aburriríamos. Tiene que fluir como el agua de un río.
Empezando por ahí, lo poco natural del diálogo nos da otra característica. Las personas sí solemos repetir lo que ya dijimos. Le cuentas a B lo que piensas del presidente en turno y se lo repites a C que no te había escuchado debido a que no estaba presente y lo vuelves a repetir con B y D en una salida a tomar café. Y seguro a B ya se le olvidó lo que habías dicho.
Nuestros lectores no saben lo que quieren —casi todos ignoran que nos leen (see a mí sobre todo) debido al conflicto y piden cosas irrazonables como que les den un recuento de la dulce vida de hogar que tiene la heroína una vez casada y el desarrollo de cada uno de sus tres bellísimos hijos (ni la más entusiasta amante de las “cosas bonitas” leería esto porque es aburrido, no tiene conflicto); pero no son tontos.
En un libro, resulta repetitivo. Puedes hacer que A se lo cuente a B y luego a C pero ya no a D porque entonces ya lo oíste dos veces y…si alguien leyó Tres es el número mágico, entenderá que pasa ahí. Los buenos escritores obvian este proceso aún sí es necesario explicarle al lector que D o incluso C necesita oírlo también; basta con un simple “y les contó lo que había pasado la víspera, el año anterior o lo de la boda o… rellene aquí con un resumen alusivo ”____________________________________»
Otro caso es cuando explicas en forma de ambientación y luego lo repites como diálogo. Este proceso fuerza la paciencia del lector. Mina su deseo de seguir leyendo. Recuerda: ama a tu lector como te amas tú. ¿Te gusta que te atosiguen con detalles innecesarios o te repitan la misma información más de dos veces?
El diálogo sirve para agilizar la información o crear una atmósfera convincente no para contar toda la novela de un tirón. Concuerdo con el sitio.
4. No seas demasiado predecible: oh amado cliché. No creo que sea necesario profundizar aquí. Este es un caso de pereza. ¿Si no has leído, cómo vas a saber lo que ya se uso ahí afuera y qué no repetir? ¿Si no lees el género que quieres escribir, cómo demonios pretendes saber cuáles son los requisitos del género? HAY QUE APRENDER TODO LO POSIBLE Y PUNTO. Recuerda, debe haber un abismo entre lo que espera el personaje, lo que esperamos nosotros como lectores y lo que sucede o en el cómo sucede si lo anterior no es posible por requisitos de género. Ejemplo:
Lancelot es un caballero de la mesita para café. Hace días que ha notado algo extraño en la web, a cada rato le saltan pop ups cuando abre las páginas porno de siempre. Pero lo raro no es que no funcione la aplicación contra estos malditos anuncios. Lo raro es que los anuncios dicen: “El mundo se va a acabar en 7 días, ayúdanos a salvarlo encontrando a la princesa Celeste”
Pues bien, sé que lo que acabo de inventar es una chorrada. Lo es. Ahora bien, si mi género es el de acción combinado con comedia; Lancelot VA a encontrar a la princesa y VA a SALVAR al mundo. Es un requerimiento. El asunto es ¿cómo demonios?
5. Muestra, no cuentes: conceal don’t feel, well… now they know, let it go…¿Mostrar o no? ¿Ahorrarle el trabajo al lector o no? Como esto no es una novela, lo repetiré…depende de lo que quieras hacer y de dónde están tus talentos.
Vamos a revisar este ejemplo del wiki:
[«—Vamos —dijo Julia impacientemente». Esto le cuenta al lector que Julia está impaciente, pero no lo muestra. Ahora considera esta oración: «—¡Vamos! —gritó Julia, golpeteando su pie contra el suelo». Los lectores de todas formas comprenderán que Julia se siente impaciente, pero no has intentado contárselo; se lo has mostrado.]
En diseño diríamos que el primer diálogo es una especie de “el todo por la parte” que no es otra cosa que mostrar toda la imagen sin hacer acercamientos; pues necesitas una comprensión rápida de lo que está sucediendo. Tu mensaje requiere que no te detengas en minucias.
El segundo diálogo correspondería a “la parte por el todo”, cuando realizas un zoom a un objeto y representas el objeto con sólo un trozo de imagen; sacrificando su visualización al completo. Esto se hace cuando quieres que por Gestalt, el público complete por sí mismo el mensaje y se usa cuando se requiere de sutileza no de agilidad. Y parece ser el favorito de muchos escritores de manuales para escribir que o se quejan del uso de los adverbios (lentamente, evidentemente) o te quieren meter esta regla a golpes de repetición. Menos de Robert Mckee, probablemente porque el habla de escribir guiones y los guiones no se pueden permitir esto; necesitan agilidad. Igual los guiones de teatro o para cómic. Sólo los escritores tenemos que perfeccionar la metáfora para lograr esto.
Por otro lado, ¿saben? Chuck Wendig dice en “250 things you should know about writing” que el diálogo es más entretenido cuando el personaje hace algo al mismo tiempo. Y así como lo pone el sitio que estamos revisando, podemos usarlo como pretexto para que nuestro personaje haga algo además de hablar. Así que si, el consejo es útil.
6. No creas que cualquier regla es fija: seis reglas después, resulta que podemos romper las reglas….sin embargo vale la pena citar lo que dice el sitio:
“parte de la escritura es descubrir tu propia voz y forma de escribir y esto significa que debes sentirte libre de experimentar. Solo ten en mente que no todos los experimentos funcionan, así que no te sientas culpable si intentas algo nuevo y no produce lo que querías”
Bonita forma de decirnos que puede que la reguemos.
CONTINUARÁ…
[1] No conozco absolutamente a ningún autor personalmente (exceptuando Cropollo que está en las mismas que yo y ninguno de nosotros ha publicado nada). Me refiero a que no he leído nada acerca de su existencia o leído algún fragmento de libro suyo porque de todos los libros que he mencionado sobre cómo escribir no he leído ninguno completito. Sorry. Los voy leyendo conforma avanzo con mi moronga de vampiro y este rincón.
[2] Que estaba confundiendo espantosamente con Something Fresh. Ah sería tan bueno traducirlos, aunque dudo que tengan el mismo chiste en español.