¿Are? ¿Y la popo de perro?
Y, de repente, dejó de haber regalitos de perro. La cosa era un misterio, hasta que mi mamá se encontró a estos simpáticos trabajadores de limpia. ¡Ojalá estuvieran activos todo el año! Son muy eficientes y lindos. Lo malo es que con una o dos ya tienen suficiente comida para sus retoños[1].
[1] Otro punto malo es que los retoños son larvas come-raíces…les he declarado la guerra desde que se comieron un bulbo de dalia. Sí hay algo que me hace declarar la guerra es que alguien se meta con mis macetas…(de la frase “¿Por qué se meten con mis macetas?” comercial del difunto Instituto Federal Electoral y ahora INE)