ESTILO DE VIDA: VUÉLVETE NATURALISTA
Gerry Durrell decía que un naturalista (los biólogos se llamaban así cuando Carlos Linneo y supongo que más o menos hasta después de 1950) nunca se aburre.
Tenía razón. O al menos un poco de razón sí que tenía.
Desde observar una pequeña y simple hormiguita en su paso por las croquetas del gato; hasta como se lleva un trocito y poco a poco llegan más y más hormigas. Hasta que sin darte cuenta, tienes una autopista hormiguil, es casi imposible aburrirse. Porque deberás añadirle tu guerra contra ellas. Que será encarnizada si no quieres usar pesticida. O estás rodeado de kilómetros de tierra infestada con hormigueros.
Claro que no todos nos sentimos inclinados a ello y, en ocasiones, no hay nada más aburrido que una planta o un bicho al que ya miraste y volviste a mirar.
Sin embargo debo recordarte que el objetivo de volverse naturalista, más que tener una fuente de entretenimiento, es tener una fuente de recursos para escribir y/o dibujar. Y no tiene que ser en el patio bajo el sol-parte-piedras o el parque. Al fin, seguimos guardados.
Empieza en casa. Describe que hace el gato. Cómo bosteza, se rasca de improviso o los distintos tonos con los que te habla. Porque los gatos tienen muuuuchos tonos de maullido y muchas formas de comunicarse. Hay padres humanos (me refiero a los que adoptan al gato y me rehúso a llamarlos dueños; un gato se vuelve padre-hijo-amigo-hermano, todo a la vez y sin preguntarte) tan sensibles, que reconocen cada maullido del minino. Yo, incluso después de 8 años con Dai, sigo sin hablar gato. A decir verdad sólo comprendo el gesto con los ojos que significa ‘te quiero’.
¿No te gustan los gatos y tienes perro? ¿Estás a punto de morder la pizza cuando Canino te súplica que le des un poquito? ¿Resistes a sus tiernos y enormes ojazos? Si posees un perro, estoy segura que no. O casi.
El pez Beta de la pecera ¿cómo duerme -flota como leño o se cae al fondo? ¿Cómo se mueven sus aletas?
Escribe o bueno, dibuja. Hasta la mascota más pequeña tiene personalidad. Claro que, si trabajas todo el día no es recomendable que tengas algo que se sienta solo cuando no estás y termine sufriendo. En ese caso, los peces y los insectos son una opción. ¿Quién no siente esa fascinación horrorizada por esas criaturas peludas de ocho patitas? A mí me desagradan del todo…a menos que sean menores a los dos centímetros de diámetro, patas incluidas.
¿Y qué me dices de esos aburridos seres vivos verdes?
Las plantas son recursos invaluables y también. En muchos libros las mencionan por sus usos folclóricos (la mayoría de los usos recomendados o son venenosos o no están comprobados por la ciencia debido a su amplia aceptación – a muchos científicos no les atrae averiguarlo por las broncas que se echarían encima) y saberlos puede que ayude a dar un poco de interés a tu historia.
Las personas que cocinan, usan con frecuencia plantas aromáticas que cultivan ellos mismos. Y son capaces de describir aromas y sabores de un modo tan sensual que uno piensa que hablan de otras cosas. Además, son más interesantes de lo que parecen. Los colores y las texturas son inagotables.
Para terminar, voy a recomendarte leer a Desmond Morris: ‘Observe a su gato’ ‘Observe a su perro’ que probablemente esté un poco obsoleto pero es útil para empezar tus observaciones y quitarse prejuicios. Junto con la ‘Guía del naturalista’ de ¿adivinen quién? (bingo -Gerald Durrell). Además de ‘El jardín de la tentación’ de David C. Stuart.
Por cierto que el jardín de la tentación es un ensayo sobre las plantas, las formas en que las usamos y nuestra relación con ellas. No es un libro erótico. Y lo digo para que nadie salga decepcionado por si el título te sugiere otra cosa.
Si quieres algo más emocionante en ese sentido, puedes leer a J. Ward.